jueves, 11 de febrero de 2010

Flor de un día.

Necesitas alguien para enamorar, la vida sin una ilusión en el horizonte no vale la pena -por lo menos para ti, parece que no vale la pena- No estas conforme, tienes hogar, esposa, hijos, mascota, padres, hermanos, sobrinos, tíos, amigos e incluso uno que otro enemigo. Pero... Siempre estas mirando al lado, al frente y atrás; nunca se sabe cuando alguien puede llegar, observarte y tú descubrir entonces en sus ojos un brillo. ¡Listo! Era lo que necesitabas... Una señal, incluso equívoca puede ser, pero una señal.
Tus ojos resplandecen de nuevo, por alguien diferente al de ayer, tus manos incluso; sudan un poco y tiemblan y tu corazón palpita con vehemencia. No paras de sonreír y te sientes tan feliz que parece que caminaras por las nubes.
¿Cuanto tiempo te dura la adrenalina del momento? ¿De la conquista de hoy? Lo mismo que la de ayer y de anteayer. Esa felicidad es momentánea y es flor de un día.
La vida es extraña; nos lleva, nos conduce por caminos insospechados. Un día no muy lejano… espero… te darás cuenta que gastaste tiempo y energía en banalidades y quizás desperdiciaste el momento de hacerte feliz y hacer felices a quienes te rodearon siempre; con incondicionalidad y amor. Y te encontraras si no solo por lo menos cansado y triste… Y a tu alrededor veras sombras de lo que pudo ser y no fue, y todo por tu culpa.
La soledad acompañada es tanto o más terrible que la soledad por si misma, por ella misma.

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