domingo, 28 de julio de 2024

Y ni el mundo entendió

 

Y el mundo se fue para atrás al ver la estupidez de las gentes que caminaban sobre él. Eran como bichos rastreros o peor pues se suponía que tenían entendederas. El mundo no podía entender lo que pasaba. Había corrido la voz de que el vivo vivía del bobo y se habían dado a la tarea de robar a manos llenas, de asesinar a los congéneres o de por lo menos hacerlos quedar mal desacreditándolos. Era increíble en serio. Lo peor era que a pesar de creerse inteligentes, no lo eran. Que vergüenza tan grande. Incluso el mundo sin ser el responsable se sentía apenado, apesadumbrado y sintió unas enormes ganas de sacudirse. Pero no un pequeño sacudón. Uno grande, grande. Uno que despachara por los aires a todos los seres humanos. En serio el mundo tenía unas ganas enormes de empezar de nuevo. Animales simples y sencillos. Aves, perros, gatos y otros cuantos más. Amables, generosos y caritativos.

Ahora el mundo espera el momento oportuno. No quiere sentirse un tirano. Espera un poco de polvo mas, que le produzca un gran estornudo que le de la oportunidad deseada. Lo que no sabe él, es que se va a poner al mismo nivel de los malos. Pues se va a convertir en juez y villano. ¿Ah Vaina no? 

Patricia Lara Pachón 

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