jueves, 17 de noviembre de 2011

Tonterías que uno hace

En vista de que nos mudaremos precisamente en Diciembre y de que llegaremos a la casa nueva casi a punto de partir a pasar navidad con mi familia y año nuevo con la familia del consorte. Decidí... estúpidamente por cierto, llevar mi árbol de navidad con adornos y luces a la casa de mi suegro ya que será allí donde nos reunamos a celebrar el año que termina y a desear que el que inicie sea maravilloso para todos.

Al contarle a él que llevaba el árbol lo primero que dijo fue que era trabajo el que le pondríamos. Le expliqué que yo misma lo armaría y decoraría y de todas formas hizo mala cara, le dije que entonces yo me lo traería de regreso; así que una cuñada dijo que se lo regalara a ella que no tenía, yo no pensaba hacerlo de ninguna manera pero entonces él opinó que regalado lo que fuera y que entonces se lo dejara en su casa por supuesto listo y decorado.

Hice de tripas corazón pues ya estaba molesta con su actitud pero desde hace tiempo decidí que no volvería a pelear por tonterías así que llevamos al señor a un almacén para obsequiarle también una vajilla pues recién le hicieron unas reparaciones en su casa y pensé que sería lindo que tuviera también cosas lindas en su cocina. Casi... casi no se decide por una así que sin preguntarle nada yo elegí los cubiertos y unas tazas adicionales. Ya en su casa mientras algunos empezaban la elaboración del árbol yo me dediqué a ponerle bonita la cocina.

La único que comentó es que ojalá las cosas resultaran de buena calidad... Respiré de nuevo profundamente y me guardé mis palabras.

Él se puso en la tarea de preparar chocolate para las personas que estábamos en su casa, yo no tomo chocolate en ninguna forma pero no dije nada para no molestar a nadie, así que cuando me ofreció le dije que no me gustaba y su comentario fue: “No entiendo que hacen personas en mi familia a las que no les gustaba el chocolate”. Igualmente guardé profundo silencio.

Al terminar me dirigí a la sala donde se decoraba la navidad para toda la familia. En la ventana mi cuñada puso unas de las luces de colores que yo había llevado y el señor suegro al verlas dijo que eso estaba muy sencillo. Hmmmmmmm. Cómo que soy demasiado sencilla para su gusto pero para el mío soy perfecta (ja ja ja). Lo cierto del caso es que fue a buscar las suyas y eran igualitas a las mías solo que no las había sacado nunca de la caja y formaban un circulo que a su modo de ver es más elegante. Su hija las puso junto con las mías en la ventana y ahí el señor miró el árbol. Las luces eran más bonitas pero igual le molestó que eran solo azules y no tenían más colores. Ahí ya la elegancia no importaba (me pareció).

Me llenó de tristeza y hasta algo de amargura sentí pues en realidad amo mis cosas y pensaba que sería maravilloso disfrutarlas con toda la familia pero...

Bueno, lo cierto del caso es que todo a pesar de el señor quedó muy bonito y espero que los demás si lo aprecien y lo disfruten y deseo de corazón que logremos disfrutar el momento sin comentarios absurdos que me molesten y me llenen de indignación pues iniciar el año así debe ser terrible.

Algunas veces por querer hacer bonito hacemos feo pero ni modo...

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