Demasiado silencio
una ambulancia cruza cortándolo.
Una mujer tose,
el perro respira a mi lado,
el murmullo del computador dirige mis dedos
las teclas suenan acompasadamente
mi pensamiento vuela
y baila entre mis dedos.
Un avión despega a lo lejos.
Pienso en lo que debo hacer;
alejarme de aquí
empezar un día lleno de oficios,
de afanes ,
de trajines.
Deshacerme de cosas
hacer un gran atado de ropas
y trebejos
que no deben mudarse,
cosas que se quedaran
que prestaran utilidad a alguien
que guardaran nuestras esencias
y continuaran viviendo con otros
mientras nosotros
no las recordaremos más.
¿Seremos nosotros también cosas descartables, reutilizables y reemplazables?
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