jueves, 24 de noviembre de 2011

Mudanzas

Demasiado silencio

una ambulancia cruza cortándolo.

Una mujer tose,

el perro respira a mi lado,

el murmullo del computador dirige mis dedos

las teclas suenan acompasadamente

mi pensamiento vuela

y baila entre mis dedos.

Un avión despega a lo lejos.

Pienso en lo que debo hacer;

alejarme de aquí

empezar un día lleno de oficios,

de afanes ,

de trajines.

Deshacerme de cosas

hacer un gran atado de ropas

y trebejos

que no deben mudarse,

cosas que se quedaran

que prestaran utilidad a alguien

que guardaran nuestras esencias

y continuaran viviendo con otros

mientras nosotros

no las recordaremos más.

¿Seremos nosotros también cosas descartables, reutilizables y reemplazables?

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