Y me dice: “Patri; no he parado de llorar desde ayer, viendo cómo las amigas que hice en toda mi vida se me van. Doña Amanda se fue hace ya un año y señala hacía el lado izquierdo de su casa, ahora Anita y dirige su mirada al lado derecho y ahora usted se va también; mientras mira al frente; a la que fue mi casa hasta hace poco y por muchos años". Yo siento como un cosquilleo me recorre, un vacío llena mi estómago que se va luego haciendo como un nudo y mi pensamiento raudo y loco vuela a paisajes aun más desconocidos que la ciudad hacia la cual me trasladaré muy pronto... ¿Será mi viaje tan largo como el de mis amigas más cercanas?
jueves, 3 de noviembre de 2011
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