domingo, 16 de junio de 2024

Como ratas

 

Uno a uno fueron cayendo como ratas. La vida les cobraría con creces todo el dolor que le habían causado a esa niña y en ella a la humanidad entera. El pueblo se llenó de fantasmas. Las calles polvorientas, la paredes antes encaladas ahora cubiertas de lama y de hollín. Puertas apenas sostenidas por el viento. Lo único que podían esperar era morir rápido.  Pero no, eso no les sería concedido. 

Patricia Lara Pachón 

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