Y entonces el sol se estiró mucho, mucho. Se restregó un poquito los ojos. Bostezó largo y profundo. Lagrimeó y con la punta del dedo se retiró una lágrima. Sopló y ella se desvaneció en particulas ardientes. Se levantó de su cama y entró a la ducha. El agua se evaporaba al instante, así que se hizo algo así como un lavado en seco. Procedió a abrir la puerta y salió. Buenos días dijo. Y empezó a caminar despacio recorriendo el universo. ¡Ah vaina pensó! Esto es como un deja-vu. Ayer justo... Hice lo mismo. Al cabo de un instante la vista era tan bella que olvidó lo que acababa de pensar y se dedicó al disfrute.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Mi tristeza
Mi tristeza Se dibujará sólo un instante en un brillo o en un oscurecimiento de mi mirada. De ahí en más. Si alguna vez acaso, se asoma po...
-
Tengo todos los agüeros... todos -Eso es lo que yo en mi infinita ignorancia- creía. Pues no. Hoy estuvo el jardinero en cas...
-
Un mosquito feliz mordía y succionaba aquí y allí una gota de sangre deliciosa extraía de la niña hermosa una gota de sangre azu...
-
A mi tía la llevaron al convento de la madre Anatolia. De ese claustro y de la madre se dijeron muchas cosas. Que la madre no era mad...
No hay comentarios:
Publicar un comentario