jueves, 19 de octubre de 2023

Destellos

 Asustada observó que la vida se le había escapado de entre los dedos. La luz se hizo en su interior y vio frente al espejo a esa mujer con canas, con arrugas, con piel flácida. Miró mas y mejor y la tristeza la invadió. Intentó atrapar lo que de juventud  le quedaba y mirando a los lados observó; recordó el caballero aquel que la miraba. Era alguien que recientemente había llegado a su vida ofreciendo productos y experiencias. 

Así que sin dudarlo un instante pintó sus canas, empezó a aplicarse cremas y potajes "milagrosos", esos que le restaurarían la juventud perdida, fue al gimnasio, compró prendas juveniles. 
Eso la hizo sentir que aun había esperanza, pensó que estaba a tiempo de encontrar el amor verdadero, y por fin ser feliz.
Ahí está ella ahora, repleta de esperanzas, llena de ganas de vivir. Quizá esta era su última oportunidad y ella haría hasta lo imposible para no desperdiciarla de nuevo.
Bueno, ojalá el resplandor no la deje un poco ciega y en su loco deseo pierda aquello que ahora siente genuinamente seguro pero muy poco. Ella está convencida que merece más. Mucho más y al parecer la vida está dispuesta a dársela.

Patricia Lara P

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