En estos días estuvo un amigo en casa. Él llamó a su
señora en dos o tres oportunidades y en las mismas se quejó que al
despedirse ella terminaba la llamada inmediatamente. Yo soy igual,
cuando digo adiós cuelgo. Nunca fui de cuelga tú, no... Tú; y así por
largos minutos. Pero me causó gracia la cara del amigo. Era como de
desencanto.
Cuelga tú
jajajajajajaja
Cuelga tú
jajajajajajaja
Yo
Patricia Lara P.
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