Bueno. Hoy a pesar de la lluvia pertinaz y de las pocas
ganas, salí a hacer unas diligencias. Fui al vivero y miré plantas
carnívoras para traer otra que le hiciera compañía a la de mi hijo. No
pude decidirme entonces compré humus lixiviado de lombriz. Sigo
caminando y veo entre un matorral una matica que no parece pertenecer
ahí. La tomo en mis manos y está sembrada en un frasco de vidrio. Dice
en un papel que tiene pegado a un lado... Hola, soy una planta. Eso me
hace sonreír. La llamaré Destini. Cómo no la compré el destino me
envió una en adopción. Al llegar a mi casa encuentro que he recibido un
regalo de Navidad. Una plata carnívora...
Yo.
Patricia Lara P.
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