jueves, 16 de octubre de 2014

Bástian y Gustavo





Laura tomó anoche esta hermosa fotografía.  Pero les cuento algo de hoy.
Esta mañana al abrir la puerta del patio Bástian salió en carrera, lo vi saltar y atrapar una tórtola con la boca.  Grite.  Corrí a  salvar el ave y el gato entró a la casa seguido por Gustavo y luego por mí por supuesto.  En uno de los giros suelta el pajarillo.  Yo atrapo el gato, lo arrojo lejos, agarro el ave, la saco al patio de nuevo y entro y cierro la puerta.  Salvé una vida hoy pero mis gatos me miran a ratos con desconsuelo y a ratos con rabiecilla.  No digo que no pueden cazar, por supuesto que sí.  Pero solo si tienen hambre y en mi casa esa palabra no existe.
Pobre pajarillo y pobres mis gatos que no pueden dejar de lado su instinto animal.

Patricia Lara P.

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