Tuve un amigo, alma bendita
-la mía-
El está vivo y además y goza
de buena salud.
Hablaba mucho
reía más.
Andaba siempre enamorado
-del amor-
Contaba cuentos
historias
fantaseaba
y reía más, mucho más.
Se perdió en uno
de los tantos
vericuetos de la vida.
Tuve un amigo, alma bendita
-la mía-
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