Y vio en sus ojos el amor de siempre. Se dio cuenta que en esa mirada profunda era donde estaba su hogar. Al rodearla en sus brazos se sintió segura de nuevo y deseó con todas sus fuerzas que la vida se detuviera ahí mismo y fueran felices por los siglos de los siglos.
Y la eternidad fue ese breve momento y la felicidad fue eterna.
Patricia Lara P
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