martes, 2 de junio de 2020

Dolor

Dolor


Se levantó dolida,
adolorida​.​
Se arrastró como pudo
​​hasta el armario destartalado
​ubicado e​n un​o de los​ rinc​ones​ del cuarto​.​
Llevaba entre las piernas
​e​l cordón​ umbilical​,
​y​ al final de él​; Ese cuerpo morado​,​
​a​rrugado
Que había llevado​ durante​ ocho meses
​e​n su vientre.
​El que a​hora yacía inerte​.
​No sabía qué hacer
​a​ quién acudir​.​
Cortó el cordón​ con una tijera ​oxidada 
que encontró en uno de los cajones​.​
Pero no​ truncó​ la vida​.​
Ésta había huido unas horas antes​.​
Tir​ó​ de lo que quedaba
Y un fuerte dolor le explotó ​en las entrañas.
Gritó, ahogo el llanto que quería salir.
Miró de nuevo el cuerpecito inerte.
Habría sido muy seguramente
Un niño triste
Un joven desolado
Un hombre adolorido
​y ​Un viejo amargado​.​
Ya no sería nada​.​ 
Se limpió como pudo
Trapeó el cuarto
Envolvió en periódicos primero
​y​ en un saco raído después
El cuerpo inerte​,​ ​​morado.
Se vistió muy despacio
Guardó cuerpo, papel y saco;
​e​n un bolso liviano​.​
Y salió a la noche gélida​,​
​c​aminó hasta el riachuelo
Que se arrastraba sucio​,​
​s​olo​ e​ indolente​;​
Y ​procedió a ​arroj​ar​ allí su paquete​.​
Ni una lágrima afloró de sus ojos
Ni un suspiro salió de su pecho​.​
Solo esa tristeza ​sería su compañía
siempre.

Patricia Lara Pachón

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