Y así fue como empezó su día sin mí.
No le importó nada
Quizá extrañó
-un poco-
La ropa preparada en un gancho
tibia aún por la plancha.
A lo mejor hechó de menos
el desayuno recién preparado
y su voz al decirle buenos días.
Quizá también
El silencio lo envolvió
Tranquilizador.
Se preparó para salir
como todos los días.
Y salió a la calle
ni fría ni cálida
Tan solo tibia.
Y una sonrisa iluminó su rostro
Él era libre al fin.
Así fue
Cómo empezó su vida
Sin ella.
Patricia Lara Pachón
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