A veces siento esos pequeños monstruos minúsculos que se deslizan sobre mi. Siento sus paticas dando pasos o saltos o deslizándose por mi piel. A veces por los párpados.
Son muy seguramente monstruos chiquitos que no solo caminan sobre mi sino que me succionan.
Soy su casa de habitación. Me han ido decorando muy a su gusto "personal".
Una arruga aquí, una manchita allí, son lugares perfectos para establecerse por un tiempo o quizá hacerle su casa de vacaciones.
A veces esos pequeñísimos monstruos duermen y otras tantas se pasean de aquí para allí y yo aterrada. Pensando si un día me van a terminar por poseer por completo, aun estando viva.
Ahí además de casa seré tumba. Hmmmm.
Patricia Lara Pachón
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