El hilo rojo
Sin saber bien
a ciencia cierta
ella lo presentía 
y el la intuía 
se sabían el uno para el otro
ni ellos mismos entendían 
esa atracción 
esa fuerza superior que los impelia a estar juntos
cada vez más cerca 
sus almas desde el principio de los tiempos 
estuvieron unidas por ese hilo rojo
irrompible
nudos y nudos
los fueron acercando
hasta reunirlos 
cuerpos y almas
atados por siempre
vida a vida
eternidad por eternidad
y para siempre
los siglos se sucederían
y jamás serían separados
el nudo indisoluble del destino
ahí estaba y estaría.
Patricia Lara Pachón 
No hay comentarios:
Publicar un comentario