Se despertó como todos los días
Abrió los ojos y contempló el cuarto.
El capitan dormía plácidamente con la cabeza recostada en sus rodillas
Borges arañaba el colchón de su cama
Y Bástian empujaba la vasija de agua.
Suspiró profunda y audiblemente
Y se dispuso a bajar los pies de la cama
Meterlos en las sandalias
No sin antes observar sus uñas perfectamente pedicuradas.
Subió las escaleras
Sirvió comida en tres platitos diferentes y se sentó a ver el celular mientras ellos comían.
Los vio bajar al segundo piso
E hizo lo propio.
Cambió el agua
Acarició cabezas
Dio besos y se metió de nuevo a la cama
Media hora
Todo eso pasó en media hora.
Ni modo
Quedarse en la cama no es posible
A empezar a vivir
No queda otra.
Patricia Lara P
No hay comentarios:
Publicar un comentario