De un tiempo para acá, al salir a pasear el perro había venido sintiendo hilos tejidos por arañas. En cuestión de minutos pendían de las ramas y se me enredaban en el cabello, en el rostro. Me admiraba sobre manera la rapidez en construir de nuevo lo destruido por mi al pasar.
Hoy me he dado cuenta que soy una crisálida, muy pronto emergeré brillante y lustrosa. Tenderé mis alas al sol y en unos minutos podré alzar el vuelo. No sé si tanta libertad me va a apabullar, pero se que me sobrepondré a todo, yo lo sé.
Patricia Lara P
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