A mí antes el día me rendía. Hoy por hoy hago un par de cosas y quedo rendida, cansada, agotada.
Me duermo tan profundamente que cuando me despierta el timbre del teléfono. Con todo y que le tengo una musiquita suave al despertador. Me da un susto de espanto.
Bueno, decía que al llegar la noche estoy rendida y sin haber hecho ni la mitad de cosas que debí hacer.
Los deberes se acumulan y yo por más que corro no alcanzo.
Ya el día me deja rendida pero no me rinde.
He dicho...
Yo.
Patricia Lara P
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