domingo, 13 de mayo de 2018

Encuentro y matrimonio

Encuentro y matrimonio

Sus padres habían esperado el momento en el cual él les presentara a su novia.  Habían respetado sus deseos pero en vista de que parecía reacio a tomar la decisión, y además movidos por la necesidad de tener un heredero.  Habían solicitado la ayuda de una anciana casamentera.
Hoy, el momento de conocer la novia, había llegado.  Todos esperaban con ansias su caminar hacia el altar.
El novio con cara de espanto en medio del salón, acompañado por su padre y padrino de boda.  De pronto, suena la marcha nupcial y sale por la puerta señalada, un ser minúsculo, vestido con traje de novia. El velo le cubre la cara.  Todo es silencio, respiraciones entrecortadas y la marcha nupcial que casi ni se escucha.  Llega ella hasta el par de hombres.  Recibe en sus enguantadas y temblorosas manos el ramo de rosas blancas.  Ahora, se dispone a caminar al lado de ese hombre alto, delgado y atlético que será su esposo hasta que la muerte los separe.
El juez que sellará la unión, balbucea.  Luego movido por la obligación.  Lee, pregunta y finaliza diciendo "ahora los declaro marido y mujer".  "Puede besar a la novia".
El nuevo esposo, levanta el velo y observa a su esposa.  Con ojos desorbitados y a punto del desmayo entiende que se ha casado con la anciana casamentera.

Patricia Lara P

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