Ésta era una conejita saltarina
Que Valentina se llamaba
Saltaba y saltaba
Y nunca paraba.
Un día Valentina
Encontró un conejo saltarín
Se tomaron de las manos
Y saltaron hasta el fin.
Patricia Lara P
Veo esas paredes de bahareque, blancas. Puerta roja a juego con la única ventana. Veo a María la O con sus ojos brillantes, su sonrisa y s...
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