Diego Alejandro corría y saltaba y en un momento un mal paso daba. En un instante él se cayó y el codito se fracturó.
Siguió corriendo, siguió saltando,
Siguió feliz como una lombriz.
Patricia Lara P
Cristal rajado Una ventana grande, grande, vidrios empañados por la mugre de años. Grasa, sudor, agua, sal, polvo; todo tan empegotado qu...
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