martes, 28 de septiembre de 2021

De madrugada

 


De madrugada

De madrugada, cuando las aves trinaban
yo cantaba para mis adentros
y reía con los ojos y los oídos
-porque, cuando se presencia tanta belleza, 
uno puede reír con lo que le dé la gana-
y pensaba en mis miedos del día a día,
que cada trino volatilizaba, 
cual mariposa de cenizas 
que se disipa al emprender el vuelo.

De madrugada, cantan mis temores,
revoloteando alrededor cual nubarrón de nocturnas polillas;
las aves, silenciadas por el tiempo, 
callan
o susurran débiles trinos.
Y busco mi voz cantora en mis adentros
Y lloro con el pecho, con mi vientre,
¡con mi cuerpo todo!, 
-porque, cuando te ahoga tanta tristeza, 
puedes llorar con lo que le dé la gana-
y me aferro al lejano trino de las aves madrugadoras,
cuya melodía avizora la esperanza de un nuevo amanecer.

Suspiro agradecida
 y vuelvo a sonreír con los oídos,
¡con el alma!

B. Osiris B.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Veo

  Veo esas paredes de bahareque, blancas. Puerta roja a juego con la única ventana. Veo a María la O con sus ojos brillantes, su sonrisa y s...