martes, 28 de septiembre de 2021

Amor imaginario


Él era su amor, amor imaginario.  Llegaba todos los días cuando la tarde se metía en la noche a entrar en ella de la misma manera. Despacio, constante y sin parar ni un instante. Se dormía apretado en su pecho para despertarse al cabo de un rato con urgencia. Ella vivía por esas noches despejadas y cargadas de estrellas.  No deseaba nada que no fueran noches y nada o nadie que no fuera él. Temía como todos temen el momento fatal, la tarde que muriera y muriera sin él, sin que él llegara a poseerla. La tarde que se llenara de estrellas y en la que su ausencia fuera la única.

¡Dios! Deseaba olvidarlo todo sin olvidarlo a él. Quería que la noche cerrada y cargada de estrellas fuera eterna.  Un día, o mejor una noche constante.

Patricia Lara P

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