Tuya.
Y mis labios dibujaban una sonrisa cómplice.
Y un beso era tatuado;
en una servilleta de papel o en un pañuelo.
Tuya.
Y mis manos como pájaros se posaban en las tuyas que verdaderamente; eran nidos.
Tuya.
Y el secreto implícito quedaba mientras los ojos veían el cielo o el suelo.
Patricia Lara P.
No hay comentarios:
Publicar un comentario