domingo, 24 de agosto de 2025

Esas mujeres solas

Esas mujeres solas


Esas mujeres solas 
¿que se sienten vacías?
que llenan sus espacios
sus vacios existenciales
emperifollándose
poniéndo mil colores en su rostro
en sus manos
cubriéndose las canas
llenando de polvos compactos las arrugas
usando mil fragancias
para disimular la enorme soledad
que las habita
Esas mujeres solas 
tan solas
Como una roca prendida en un camino
llena de musgo y polvo
esperando al que quizá no llegue.
Pobres mujeres solas.

Patricia Lara Pachón 

 >^-^<

Ubíquense

Ubíquense 


Algunos señores quieren un "tipo de mujer" y luego se niegan a pagar. 
Hay que tener las ideas claras caballeros.
Las modelos, las reinas de belleza, algunas influenciadoras y algunas otras clases más, no les van a lavar la ropita sucia, no les van a preparar la lonchera, no les van a limpiar el pedestal. No señores. Ese tipo de damas son de alto costo, ellas  van al gimnasio, se hacen masajes, cirugías plásticas, y todo eso cuesta. Algunas además tienen ya al menos una bendición y hay que pagarles el colegio, el transporte y la nana, también hay que darles dinero para sus madres. 
Las pestañas cuestan y uñas se dañan haciendo oficio. ¡Por Dios! No sean ilusos. No deseen lo que no puedan pagar. Ah, y no les pidan peras al Olmo. Jajajajaja.
¿Así o más clarito?

Patricia Lara Pachón 

 >^-^<

Estática

 Estática 


El árbol está ahí 
en la mitad de predio
Atrás está la casa
adelante el huerto
A un lado la piscina
Al otro la terraza que mira en lontananza 
En ella está la silla
la mesa y el mantel
y la taza humeante
en las manos de ella.
Y ella está ahí 
Estática 
Observando el ocaso y sintiéndose una parte del todo
y que todo es ella
La taza humeante
El aroma a café 
que la instala al instante en otro sitio
La eleva
La retrae y la atrae
Ella y el mundo
O el mundo que es íntegramente ella.

Patricia Lara Pachón 

 >^-^<

Enfocada

Enfocada


Escucho en la miniserie

"Todo se vuelve borroso en los bordes"

...Y me imaginé la vida así 

Borrosa en los bordes

Como si sólo visualizara 

O me enfocará en lo básico 

Lo que está al frente

Algo así como un caballo 

Con tapaderas laterales

Para que se enfoque 

Y corra hacia adelante

Adelante

Es raro

Pensar únicamente en los otros

Tanto así

Que no se desee nada más

Que la vista al frente

Y  en estar enfocada


Patricia Lara Pachón 


 >^-^<

Ella

Ella


Ella tomó la decisión de irse y efectivamente lo hizo, se fue. El mutismo se volvió su lenguaje, la invisibilidad su estarse ahí. Su sonrisa cansina no era apreciada ni por ella misma. El brillo de sus ojos se opacó primero y se apagó después. Llegó el momento en que ni ella se sabía.
Ella se fue, se marchó despacio, lentamente. Tan lento que nadie se enteró, ni ella misma.

Patricia Lara Pachón 




 >^-^<

Las cenas

 Las cenas 


En la calle ochenta y ocho se comía muy bien. Cada vez que era hora de alimentarse, la estufa se encendía y se cocía en una olla aquello de lo que se estuviera antojado. Lo importante o curioso quizá es que cada uno de los habitantes tenía el mismo deseo. No eran comidas demasiado elaboradas, no. Eran recetas caseras repletas de recuerdos de vidas anteriores, de familias numerosas, de padres dispuestos a amar a cada uno de sus hijos sin lograrlo del todo.
A veces un arroz con pollo que olía demasiado rico dominaba el ambiente haciendo que los habitantes salivaran hambrientos y deseosos. En otras oportunidades la fragancia de un chocolate caliente los dejaba en ascuas. Ni hablar del aroma delirante de un tintico de olla que les recordaba a su amorosa abuela María la O.
No se veía como se hacía aquel milagro, mas siempre estaban bien dispuestos al disfrute. Pero... Un día entre tantos, el fogón no se encendió, la delicada comida no se coció y el hambre se dejó sentir en nuestra calle. Esa noche durmieron muy mal, asustados, preocupados y hambrientos.  Esperaron con ansiedad el día siguiente, la hora oportuna y sí, la normalidad retomó el curso. ¿Volvería a suceder? ¿Qué pasaría si el tiempo se espaciaba más y más?
La tranquilidad de la calle ochenta y ocho ya no era la norma, la rutina se iba transformando, la ansiedad en los ojos de los habitantes empezaba a dominarlos. La vida conocida ya no lo era y no era esto lo que ellos deseaban.

Patricia Lara Pachón 

 >^-^<

El clima en la calle ochenta y ocho

 El clima


Un viento frio barre la calle ochenta y ocho, sus habitantes no saben a que atenerse, ropa de abrigo aparece en las viviendas y también frazadas cálidas. Ellos no se deciden a usarlas. Desde que lo recuerdan el clima ha sido mágico. 
Viana sentada en una silla, recuerda cuánto  amaba las tardes lluviosas, sentada en la mesedora de la abuela, bordando algo y tomando una bebida caliente. Ahora, parece que el clima se adapta a su gusto particular. Ella se siente feliz y bienvenida. Los demás a pesar del asombro inicial se sienten optimistas. Al parecer no será una mala experiencia ni un castigo divino. Los cambios en la calle ochenta y ocho no son frecuentes. ¿Acaso se adaptarán a esas situaciones nuevas que a pesar de todo los desconciertan aun cuando no sean negativos?

Patricia Lara Pachón 

 >^-^<

lunes, 11 de agosto de 2025

Cocinarte

Cocina/Arte

 

Cocinarte


Ponerte rico aliño
sal, pimienta y color
Adobarte bien rico
con cebollas y ajos,
sin que falten tampoco
tomate y pimentón.
Llevarte así al horno
a fuego medio bajo
cocinarte en tus jugos
seguirte sazonando
con vino y con cerveza
Con dorado azafrán 
Cocinarte despacio
Sazonarte muy bien
y luego saborearte
como una obra de arte.

Patricia Lara Pachón 

 >^-^<

Mi don

Mi don 


Pueden pensar que estoy en las drogas, pero les voy a contar lo que acaba de suceder.

Voy a la terraza y encuentro un ave encerrada. No sé cómo los gatos no la han visto. El pajarillo está muy asustado y se golpea contra la ventana. Yo le habló tranquilamente y le explicó que voy a intentar sacarlo sin lastimarlo, le pido que se quede tranquilo. Voy y busco herramientas, debo tratar de levantar la malla sin dañarla ya que cumple doble función; una, que los gatos no se caigan desde tan alto y la otra, que las aves no entren (igual ellas se dan sus mañas)

Subo un poco la malla y me acerco al ave, me mira y al parecer entiende que no le quiero hacer daño. Se deja poner entre mis manos, con suavidad las paso por dónde hice espacio para dejarlo salir, las abro y la pequeña tórtola alza el vuelo.

Espero que no llegue mañana con su pareja e hijitos jajajajaja.

Fue maravilloso sentir o pensar, quizá erróneamente que me entendió y me dejó ayudarla.

Hmmm

Patricia Lara Pachón


 >^-^<

No sé le pueden pedir peras a un Olmo

No se le pueden pedir peras a un Olmo 


Octavio el Octavo yacía plácidamente recostado en el tronco de su Olmo. Lo consideraba suyo ya que todas las tardes lo visitaba, le ponía agua con nutrientes y ocultaba en sus raices muchos de sus tesoros. El Olmo altivo, dominaba desde un montículo el parque cercano a la casa de Octavio, y desde su ubicación especial observaba a su amigo por la ventana en el cuarto que compartía con sus hermanos.  Era un amor mutuo. Octavio hablaba con su buen amigo silencioso. El Olmo únicamente lo escuchaba y se enteraba de los secretos del muchacho.
El Olmo se enteró de los planes de Octavio, guardó entres sus raices por unos días el mapa que lo conduciría a la calle ochenta y ocho.
Deseoso de no abandonarlo, floreció copiosamente y le proporcionó a su amigo unas semillas hermosas.
El Olmo sabía que era la única forma de acompañarlo.

Patricia Lara Pachón 




 >^-^<

Compañeras

Compañeras


Nuestro querido Octavio el Octavo habitaba apaciblemente su casa ochenta y ocho con Octavio. Eran compañeros desde que Octavio había sido llevado al río para disponer de su cuerpo con la solemnidad que se requería.
Ahora en la casa veintidos se disponían a hacer lo mismo. Así que los avisos de acceso a la calle se habían hecho un poco más visibles; no demasiado para no atraer personas indeseables.
Octavio por su parte iba apreciando los cambios que ocurrían, pero al no haber estado mucho tiempo allí, no sabía que  era normal o cotidiano.
Además del framboyán, de las macetas de margaritas, de la llegada de Kaiser y de la minúscula rajadura que apenas si se apreciaba en medio de la calle, Octavio empezó a ver una fila de hormigas doradas y casi invisibles que construía un nido en el patio de su casa. Amaba ver esos animalitos en constante movimiento ir y venir trayendo algo así como rocas translúcidas con alguna iridiscencia ¿Azúcar quizá? El trataba de verlas sin que los demás lo notaran, no quería perder ese milagro en su vida tan sin expectativas o ilusiones.
¿Será que Octavio el Octavo no estaba realmente preparado para la calle ochenta y ocho?

Patricia Lara Pachón 

 >^-^<

Volvió

Volvió 


Ni él mismo lo esperaba. Sus pasos lo condujeron hacia la vida de ella. ¿El destino quizá? ¿Su destino era ella? ¿Siempre lo había sido?
Esos ojos que antaño amó, y hoy estaban rodeados de arrugas minúsculas que los hacían más pequeños aun. Su cabello antes tan suave y entregado al viento; ahora recogido en una moña y tan encanecido. Su piel antes tan tersa, tan suave que su tacto lo había sorprendido y que ahora lucía arrugada y con manchas. 
Pero ... Era ella. Detrás de esa mirada estaba aún aquella mujer que lo había amado con ternura y pasión. La que le había entregado una parte de su historia. Aquella que sin más ni qué  él había abandonado.
Ahora sus pasos lo conducían irremediablemente hacia ella. A su destino.
El camino es el camino aun cuando no queramos recorrerlo.
¡Ah vaina tan jodida!

Patricia Lara Pachón 

 >^-^<

martes, 5 de agosto de 2025

Una tela de araña

Una tela de araña


Subo al auto y veo una tela de araña hecha con primor y elegancia. El hilo es iridiscente.  Aún así, a pesar de ser tan bella, la retiro con premura.  Después la olvido.
Debo conducir un par de horas o quizá un poco más. Pongo música y me envuelvo en las notas musicales; mis pensamientos danzan también.
Al cabo de un rato siento alguna opresión en el cuerpo, pero no le presto demasiada atención, me distraigo. Un piquete en el cuello me regresa a esta horrible realidad. Estoy envuelto en esa red blanca iridiscente y esa enorme araña me succiona.

Patricia Lara Pachón 

 >^-^<

La mano negra

La mano negra 

La mano negra que domina mi espíritu es la que me fuerza a hacer cosas a mi modo de ver, maléficas. Y al modo de ver los otros, terribles, espantosas. Yo sólo soy su instrumento... A veces un cuchillo que se introduce una y otra y otra  vez, que se gira incluso para  causar más daño, más dolor, a veces; un vaso con veneno que se forzará a beber hasta la última gota, otras tantas; las manos que se cierran apretando con fuerza, con saña.  Hasta que no quede un ápice de brillo en los ojos, hasta que se exhale el último suspiro y o gemido. Incluso algunas veces fui quien empujó con disimulo a una persona que tranquilamente esperaba al metro.

Yo soy bueno, tan solo soy un instrumento del que se vale la mano negra para sus fines de destrucción y de odio.

Patricia Lara Pachón 

 >^-^<

De vicios

De vicios


¡Ey Cusca! ¿Dónde está Cusca?  Aquel al que llamaban "Cusca" se encontraba sentado en la calle, en un andén, sorbiendo un tintico y aspirando un cigarrillo.
El que lo llamaba con insistencia le dice: Hermano, no es que a mi me importe. Yo, lo digo por vos. Deberías dejar ese vicio que te hace tanto daño.
Yo... Que no soy ni chicha ni limoná y que sencillamente escuché una casual conversación de "amigos" me quedo pensando en las respuestas que debió o pudo dar "Cusca".
¿Y si no te importa porqué te metés?  no me importa a mí que soy el directamente afectado.
¿Y porqué reforzás mi supuestamente mal comportamiento con tu apodo al vicio que es mío únicamente?
¿Porque te metés en mi vida o mi salud si yo no te he pedido opinión ni consejo?
Y así una sarta de cosas que dicen o decimos las personas defendiendo nuestros propios vicios que además son personales e intransferibles.
Aclaro obviamente que vicios tenemos todos, así que no voy a arrojar ninguna piedra.
¿Tú que agregarías o estarías a esta conversación?

Patricia Lara Pachón 

 >^-^<

La visitante

La visitante


Tenía una conocida, ella iba con su esposo e hijas a mi casa y nosotros también los visitábamos de cuando en vez. Teníamos una relación cordial más motivada por los señores que tenían negocios en común.
Nosotras a veces incluso hablábamos por teléfono y charlábamos algunos ratos.
Un día. Estoy en mi casa en la mañana, haciendo mil y una cosa como siempre, como las amas de casa solemos hacer. De pronto suena el timbre y abro; ahí está Gladys con una amiga. Las saludo, las hago pasar, les ofrezco algo para tomar y apenas me siento a charlar ellas empiezan a hablar de religión. ¡Oh por Dios! Le abrí mi puerta a los testigos de Jehová. 
Yo soy del pensamiento de mi abuela María la O que decía "Más vale ponerse colorado un rato que pálido toda la vida" así qué, sin dudarlo un instante levanté mi mano pidiendo la palabra y les dije, más a la señora conocida que a la otra... Me caes bien, te respeto, en mi casa eres bienvenida a hablar de otras cosas. Si algo se te ofrece, mis puertas están abiertas para ti. Pero... Y quiero ser muy clara y enfática con esto. No para que me adoctrines ni me hables de religión.  Soy católica, quizá no la más prácticamente. Pero... A mi en lo personal me parecen ustedes muy atrevidos. Se aprenden un par de salmos y ya se sienten dueños del conocimiento. Tengo un hermano sacerdote, continué diciendo, que lleva años estudiando filosofía y teología. Que a hecho estudios bíblicos por años. Y él no se atrevería a tanto. El no iría a mi casa o a la casa de nadie sin ser invitado y menos para hablar de Dios ni adoctrinar.
Las señoras se miraron entre ellas, se disculparon conmigo y se fueron. Hay que admitir que Gladys siguió hablando conmigo, invitándome a su casa y yo a mi vez a la mía pero el tema religioso se quedó por fuera.
Repito, soy católica pero mi trato y contacto con Dios es muy personal y yo decido cuando hablar con los demás de mi proceso espiritual.
He dicho 
Yo, 
Patricia Lara Pachón 

 >^-^<

Fuera de contexto

  Hay muchas cosas que uno dice que se pueden sacar de contexto. Me gusta, prefiero pensar que la gente no es mala, que la malinterpretamos....