La mano negra
La mano negra que domina mi espíritu es la que me fuerza a hacer cosas a mi modo de ver, maléficas. Y al modo de ver los otros, terribles, espantosas. Yo sólo soy su instrumento... A veces un cuchillo que se introduce una y otra y otra vez, que se gira incluso para causar más daño, más dolor, a veces; un vaso con veneno que se forzará a beber hasta la última gota, otras tantas; las manos que se cierran apretando con fuerza, con saña. Hasta que no quede un ápice de brillo en los ojos, hasta que se exhale el último suspiro y o gemido. Incluso algunas veces fui quien empujó con disimulo a una persona que tranquilamente esperaba al metro.
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