Decisiones
Dicen que
de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno. Y que cada
vez que hacemos algo podemos tomar el camino errado, o como dice el refrán: “por
hacer bonito hice feo”. Sólo por el
hecho de sí estar haciendo algo. ¿Pero si uno se equivoca pensando que
hace lo correcto es una mala persona? Además; ¿Quién es quién para juzgar
los motivos de otro? Para determinar si es o no un error.
En
realidad las personas antes de decir cosas, deberían pensar en lo que se conoce
del juzgado y tomar decisiones o acciones pensando primero si en serio cree que
esa persona obró con mala intención, si efectivamente hubo la intención de hacer daño.
Además
las decisiones como la vida misma son personales y cada quien las mira desde su
propio rincón.
Me
entristece, más que molestarme, que la gente que ha vivido conmigo me juzgue
por mis actos. Cuando saben que soy un ser humano como todos. Que a
pesar de mi buena intención puedo y muy seguramente cometo errores. No
con el ánimo de dañar sino todo lo contrario. Pero... Cada quien juzga,
ve y califica desde su conocimiento o desconocimiento.
Patricia
Lara P.