EL
Limpiador
Tenía una
característica visual que le era aterradora. Él a simple vista veía los
virus, las bacterias. Su vida era un constante luchar contra “los
monstruos” que amenazaban su hogar constantemente. Y es que para nada se
le parecían a esos lindos bichitos que lo antivirales y limpiadores destruían
tan fácilmente en la tele.
Él armado de guantes y polvos, líquidos y spray varios, no hacía otra cosa que limpiar. Lo triste es que entre más era su lucha ellos se reproducían más y más.
Él armado de guantes y polvos, líquidos y spray varios, no hacía otra cosa que limpiar. Lo triste es que entre más era su lucha ellos se reproducían más y más.
Se alejó
entonces de la gente por temor a que aquella isla que era su casa se llenará
irremediablemente y de la misma forma el enloqueciera.
Ver gentes y observar en sus manos, en su cuerpo aquella infinita cantidad de monstruos lo llevó un día a llenarse de valor y a llenar también la bañera del baño de ácido y de varios y variados limpiadores; y a introducir en ella. Uno a uno a su familia primero y sus amigos después. Cuando lo descubrieron lo llamaron el peor asesino en serie de la historia. Pero no. Él sólo era el limpiador.
Ver gentes y observar en sus manos, en su cuerpo aquella infinita cantidad de monstruos lo llevó un día a llenarse de valor y a llenar también la bañera del baño de ácido y de varios y variados limpiadores; y a introducir en ella. Uno a uno a su familia primero y sus amigos después. Cuando lo descubrieron lo llamaron el peor asesino en serie de la historia. Pero no. Él sólo era el limpiador.
Patricia Lara P.
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