martes, 21 de junio de 2016

Hilvanes



Hilvanes


No tuve un padre.  Es decir, si tuve uno que me dio la vida y durante unos años una presencia "irreal, inconstante" algo de comida y casi nada más.
Hace unos cinco años estuve a punto de perder el apellido pues el registro civil de nacimiento fue sustraído por manos criminales de la notaría.
Me habría podido llamar entonces Patricia Pachón.  Pero en ese caso debería cambiar todos mis documentos y no sólo los míos sino los de mis hijos y eso habría sido complicado y creo yo; costoso.
Finalmente se solucionó y no perdí el apellido "paterno".  Es más... terminé siendo hija "legítima" de mi progenitor.  No sé si eso le habría gustado a dicho señor.  Creo que no.
No puedo decir que no me duele aún hoy haber crecido sin padre.  Sé que marcó mi vida y que debido a eso soy también quien soy.  Lo cierto del caso es que mi vida la he construido yo a partir de muchos pedacitos.  Hilos de colores con los que finalmente se construyó una colcha.  No sé si hermosa.  Pero si tibia y reconfortante.
Me hizo falta seguro tener un padre.  Pero si hoy me dieran la oportunidad de crecer de nuevo con un papá a bordo, yo la declinaría. 
Soy quien soy.  Remato la costura y corto el hilo.

Patricia Lara P.

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