En algún lugar de una ciudad normal,
donde hay gentes regulares, malas y más malas;
Vive un hombre que pasa por esos tres estados día a día.
En la mañana y aun adormilado
piensa en hacer cosas buenas.
Al medio día y cuando el hambre acosa
roba para comer.
Y ya en la noche;
acosado por la falta de drogas,
asesina y se inyecta y también fuma.
En algún lugar de una ciudad normal
Dios nos observa y llora.
Lamenta habernos dado, la opción de decidir.
Patricia Lara P.
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