martes, 15 de abril de 2014

Cantando




Ella canturrea entre dientes -cuando hay alguien-;  Si se encuentra sola canta -fuertemente-.  No le importa si tiene buena voz, pues ella canta para ella las canciones que desde siempre le encantan y claro, las nuevas no tan nuevas que de pronto descubre.  Cuando eso sucede, ella las oye una y otra y otra vez hasta que las aprende.  Y luego, las canta.
Las canciones se alegran, pues muchas ya han sido olvidadas.  Pero mientras ella o alguien más las recuerde y las susurre o las grite; ellas existen.  Toman vida y en sus cuerdas bucales toman aire. 
Sienten que con cariño les quitan las telarañas y el polvo del tiempo y vibran armoniosas -o no-.
Desde niña le dijeron que el que canta ora dos veces y claro, no le dijeron que tuvieran que ser canciones de religión o de iglesias.  Así que ella da gracias a Dios, cantando.
Patricia Lara P.

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