miércoles, 6 de marzo de 2013

Poema para mi madre

Hoy la historia nos anocheció la sonrisa
y el manantial de tus ojos
me ha inundado la conciencia,
¡me ha inundado la esperanza!

Te derramaste ante mí
con dolor inenarrable
y me quebré de impotencia
con tu llanto inconsolable.

Y quise ser consuelo, amiga, hija,
compañera solidaria
pero me desarmó tu tristeza
y me paralizó tu abrazo.

Te pedí que respiraras
mientras yo me ahogaba en llanto
y te admiré, más que nunca,
en tu naturaleza humana.

Bendito sea tu dolor,
¡benditas sean esas lágrimas!
que hoy me hacen despertar
y salir de esta crisálida.

Hoy despierto ya a la vida
tú me has hecho más humana
hoy siento que aún más me obligo
a luchar por el mañana.

Yo no puedo consolarte,
madre, amiga, patria, hermana…
pero tu dolor me duele
y mi corazón desgarra.

Yo no puedo consolarte,
creo que –más que tú- ¡soy tan blanda!
que temo resquebrajarme
si apenas mi voz te habla.

Brindo por que en el futuro,
nuestras distancias no valgan
que valga aún más la hermandad
de nacer en esta patria
y que juntas, como siempre
luchemos en esta tierra ancha
por tus hijos, por los míos,
¡por toda esta tierra vasta!
no con armas, con ideas,
con poemas y palabras.

Hoy te abrazo y regalo
mi corazón y mi alma
y te entrego, ¿por qué no?
mi dos manos solidarias
para estrecharte muy fuerte
y para secar tus lágrimas.

Te regalo, con mis versos,
la esperanza de un mañana
con miles de corazones
y de manos hermanadas.
Por caridad, ¡ya no llores!
¿no ves que me resquebrajas?
Ve tranquila, lleva flores
al que yace en su mortaja
mas no olvides tu legado
de hacer una mejor patria.

Ya no llores, madrecita,
grita ¡que viva la patria!
y sigamos por la vida
en esta lucha callada
por un mundo más humano
por una patria más sana.

Belkis Osiris Bocaney

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Veo

  Veo esas paredes de bahareque, blancas. Puerta roja a juego con la única ventana. Veo a María la O con sus ojos brillantes, su sonrisa y s...