Y entonces él pensó que había sido muy afortunado
por haberse podido llevar a la cama aquella que para él era la más
"hermosa"
Y fue cuando por un milagro de Dios él recibió la iluminación divina y por
fin se dio cuenta que no era la gran cosa pues era una mujer como tantas
otras que se podía comprar por dinero. Antes mucho dinero; ahora no tanto
y en un muy poco tiempo por poco o casi nada... a lo mejor por nada.
Y entonces él se dio cuenta que había desperdiciado
su platica por no haber sabido esperar un poco más.
(Y es que lo que para unos está muy bien para otros
ya está pasado de moda y ya ni se desea ni inspira.)
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