Acaban de estar varios miembros de la familia en casa y a Dios gracias aún hay niños en la familia. Así que aquí van dos chiquilladas de un par de personajes que ni para que les cuento.
1. Algunos fueron a jugar paintball, entre ellos un sobrino de apenas 11 años. Él muerto de la risa contaba a quienes les había disparado y a cuantos había "herido" en el juego, pero en algún momento tuvo que pedir ayuda de esta forma: “ayudemen, ayudemen" a lo que yo como tía preocupada procedí a corregirle la pronunciación diciéndole. "Juanjo se dice: "a-yú-den-me, a-yú-den-me". El muchachito repitió a-yú-den-meeee y luego respondió con la mayor seriedad del mundo. "Tía si digo así me matan varias veces antes de que alguien llegue a salvarme"
2. Hay otro personaje de unos tres años con el que pasó lo siguiente:
Subía yo las escaleras de la casa con pocillos de café calientes en mis manos, cuando escuche al caballerete que bajaba las mismas escalas, así que empecé a decir: "Voy subiendo, voy subiendo" para que al estar enterados de que iba en su dirección no me fueran a atropellar y por ende los fuera a quemar con el café. En eso escucho su voz que responde: “Voy bajando, voy bajando"
Ni para que les cuento como nos hemos reído de las ocurrencias de las miniaturas.
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