Les cuento...
Compré hace algunos días unas velas blancas bellísimas en dollarcity. Son rarísimas por cierto. Uno las enciende y ellas se van consumiendo arrojando gotas, chorros de parafina. Bueno, seguro son lágrimas. Pero eso tampoco es tan raro. Lo mas curioso es que parece que tienen agua por dentro. En el pabilo. Así que, de pronto. La vela chisporrotea y sin mediar palabra, se apaga. Lo vi suceder dos veces frente a mis propios ojos.
Ayer... Estaba yo al lado, viendo videos de tik tok o escuchando música. Cuando la vela empezó a chisporrotear. Pensé, ahora se va a apagar. Pero decidí usar mi mente singular y mirando fijamente al fuego le ordené. A ver, le dije, quien manda allí. Una minúscula gota de agua o usted señor fuego. ¡Se va a dejar apagar así no más! No señor, muestre finura. Y el fuego empezó a adueñarse de la situación y no se dejó apagar. Así, dos o tres veces con la misma vela.
Ahora yo, aquí viendo como se mantuvo encendida hasta el fin me pregunto si mi mente colaboró realmente.
Tú que me lees, qué opinas.
Patricia Lara P
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