El árbol de las serpientes
La raíz llamaba
poderosamente mi atención. Pasaba día a día, al lado de ese árbol tratando
de que mis pies no se enredaran en sus raíces delgadas y serpenteantes. Su
imagen me llevaba a pensar en culebras o serpientes grises. Ya había
visto cadáveres de estas en algunas partes del sendero y pensaba que si me
encontraba alguna viva mi grito iba a ser memorable. Lo que no me
imaginaba es que el árbol que tan poderosamente llamaba mi atención era el que
las "producía". Cada una de sus raíces al cabo de un tiempo
considerable o no. Se desprendía y se convertía irremediablemente en uno de
aquellos seres que se arrastraba entre las yerbas verdes buscando algún
insecto, o animal menor del cual alimentarse.
Patricia Lara P.
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