viernes, 22 de febrero de 2013

Nuestras pérdidas



Leyendo “La emoción de las cosas” de Ángeles Mastretta; me doy cuenta que hay gente que ha tenido muchas pérdidas y otras -como yo- que a pesar de haber tenido pérdidas también (perdón por la redundancia) no me siento agobiada por las ausencias.
Añoro a los vivos, los muertos seguro están muy bien donde están y a lo mejor hasta nos esperan pacientemente, pues todos tenemos nuestro momento, los tiempos de cada uno seguro son medidos  y muy probablemente  ellos ya saben cuál es el de cada uno de nosotros.
Me pregunto por qué motivo le publican un libro a una persona, por importante que sea,  en el que describe los muertos familiares.  ¿A quién le importa que no sea de su propia familia?  Se me hace que los muertos como tantas otras cosas son personales e intransferibles.
Cuando compré el libro lo hice por la autora, aquí no se consiguen fácilmente libros de ella y cuando leí  Mujeres de ojos tristes me encantó, así que presumí erradamente que este sería muy bueno.  Leí además en una de sus portadas que ayudaba a superar las pérdidas y como uno no solo pierde personas pues creí que sería interesante de leer.
¿Será que con tantos muertos que rodean a esa autora uno dice, los míos son menos y soy afortunada por eso?  ¿Será que la conclusión es que mal de muchos consuelo de tontos?
Una mala noche lo pone a uno más pensador que de costumbre.


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