martes, 12 de febrero de 2013

El verano se fue, más todo sigue



 Y llegaron las lluvias;
el jardín reverdeció.
El rosal cuajado de botones se mece al viento
el pasto se estira, se extiende buscando
los mejores rayos del sol
y la brisa más propicia.
El agua titila con suavidad
Y se convierte  en arcoíris de colores
mientras flota hacía el cielo.
Las aves jubilosas dejan escapar sus trinos
dando gracias al día y al dios sol
Limpian sin prisa sus plumajes
y eligen el mejor sitio para construir
un nuevo nido.
Pronto estos en su interior cobijaran
Calidamente y con primor
los huevecillos brillantes y tibios
y la vida gloriosamente glorificante
se hará de nuevo.

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