Imagina la tibieza
de avecilla en tus labios
y el dulce contacto
turgente con tu lengua
la caricia caliente
la humedad rezumando.
Veo esas paredes de bahareque, blancas. Puerta roja a juego con la única ventana. Veo a María la O con sus ojos brillantes, su sonrisa y s...
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