Ahí están ellas dos. Iguales y distintas. Una caducó en el tiempo mientras la otra, joven y ¿Bella? se apropia del espacio. Ni disculpas pidió. Llegó para quedarse. ¿Por cuánto tiempo? No se sabe, ni ella misma lo sabe. Pero la certeza está allí; mirándola en lontananza. Es como si le avisaran que por mas joven que sea, llegará el momento en que envejecerá... Caducará. Y claro. Vendrá otra como ella, quizá igual a ella. Pero cargada de belleza y juventud.
Sucede en todas las situaciones, tan real como la vida misma.
Patricia Lara P
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