Aquí estoy
Todos los días o casi he recibido, un agravio, una humillación, un golpe, una herida. Que me ha ido transformando en la mujer que soy.
A Dios gracias no se ven las laceraciones, los morados, las cicatrices.
Sería una monstruosidad andante.
Pero aquí estoy
Poniéndole la cara al sol y una sonrisa a la gente.
Bella siempre, a pesar de la vida, el ambiente y la gente.
Patricia Lara P
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