sábado, 14 de octubre de 2017

¡Amor pa'qué!

¡Amor pa´ qué!

Cuando José enfermó, Abelardo se dedicó a cuidarlo con una entrega impensable.  Fueron quince días de dedicación que sellaban tantos años de vida en común, tantas palabras no dichas, tantas miradas afectuosas y gestos de protección recíproca.  

Pasada la convalecencia, el cuerpo de José, antes fornido y musculoso, dejaba en evidencia los embates de una larga batalla por la vida.  Tres meses y cinco días después, al amanecer de un sábado otoñal, Abelardo hizo las maletas y partió para nunca más volver.  ¡No le gustaban los hombres secos y escasos de carne!
 
B. Osiris B.

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