sábado, 17 de diciembre de 2016

El silencio

El Silencio

Decidió sumergirse en sus pensamientos, huyendo de las miserias del mundo exterior. Las primeras incursiones fueron de corta data, luego de más duración, hasta que decidió nunca más volver. Así, Margueritte se quedó sentada en el diván ubicado al fondo de su gran balcón, mirando a la nada, con una eterna lágrima indecisa pugnando por suicidarse desde la ventana de sus ojos. Nadie nota su ausencia - ni ella misma-, solo se siente un extraño silencio que los llena de un "no sé qué" y enrarece el ambiente.
 
B. Osiris B

Mija, Patricia, ahí le dejo. Disculpe lo poco y lo esporádico.

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