Queridos hijos
Recuerdo como si
fuera hoy el día que me enteré que ya hacían parte de mi vida; el día que los
tomé por primera vez entre mis brazos y me sentí infinita y tuve miedo y
alegría al mismo tiempo.
Siento al mirarlos,
al pensar en ustedes, un gran orgullo, una
alegría que supera cualquier límite. Verlos culminando etapas, haciéndose un hombre y mujer de bien, unos seres maravillosos y para los que he aportado todo mi conocimiento, mi sapiencia y mi amor. A veces pensarán que estoy equivocada y a lo
mejor lo esté. Pero tengan presente que
nunca les hice o haré daño con la intensión de hacerlo.
A pesar de que el
tiempo pase y ustedes se hagan adultos, para mí siempre serán mi bebé. Esos
bebitos que acuné en mi corazón primero y
en mis brazos después. Tengan presente hijos míos que estaré ahí, para ustedes.
Cada vez que me necesiten e incluso cuando no lo hagan pues mi misión para
con ustedes es esa. Estar ahí.
Los quiero con el
alma.
Mamá
Patricia Lara P.
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