Te pudo haberte sucedido a ti, pero me sucedió a mí. Pasó; que nací en el sitio correcto pero no logré ubicarme en él. O que nací en el sitio incorrecto y por lo tanto siempre fui un pez fuera del agua.
Pude tratar de
adaptarme y a lo mejor en muchas cosas lo logré. Pero lo bueno es que al
no hacerlo plenamente no me acomodé tanto como para sentirme cómoda y siempre busqué la forma de irme, de salir,
de no quedarme ahí... ahogándome.
Pudo haberte
sucedido a ti, pero me sucedió a mí. Así que no me juzgues, no opines de
aquello que de mi ignoras; que desconoces. No tienes por supuesto que ser
mi amiga. Es más, yo no deseo para nada ser tu amiga. Un ser prepotente,
ignorante de mucho pero que considera sabérselas todas… No es la clase, la calidad de amiga; de
persona que deseo que haga parte de mi vida.
Pude ser una mejor persona y tú
pudiste serlo también. Pero no, porque lo que me sucedió a mí no te
sucedió a ti y viceversa.
Patricia Lara P.
No hay comentarios:
Publicar un comentario