Mi libro
de cabecera
He tenido
en mi mesa de noche desde hace muchos años este libro. Es aquel al que le pregunto cosas y el que me
responde con la mayor sinceridad posible.
Él no me halaga, no me dice mentiras piadosas, ni me consuela con el cariño propio de los
años de amistad amontonados.
Lo tomo
entre mis manos. -Hace días que no lo
acaricio, que no conversamos-
Lo abro
con cuidado; como siempre. Le paso por
el lomo y las hojas mis manos cariñosas, lo huelo, lo acerco a mi pecho y le
pregunto… Entonces me doy cuenta que al libro le faltan unas letras. No
lo había percibido antes; sino hasta este
instante... O en este mismo momento es
que lo hago consciente. Ahora que lo pienso, que lo razono me doy cuenta
que antes le faltaban unas pocas y yo aún podía entender el significado de las
palabras y comprender al releer las
frases. Ahora, con el correr del tiempo, le faltan tantas letras, tantas
palabras e incluso signos de puntuación que el libro se hizo inentendible.
Ha sido
mi amigo siempre. Ha respondido mis
preguntas con sinceridad. Me ha
acompañado años y ahora… Seré su compañía constante. Lo ayudaré gustosa a juntar las palabras a
hacerlo comprensible de nuevo. Para que
en unos años. Sea la compañía de alguien
que como yo hace tiempo lo valore, lo abrace y encuentre entre sus hojas
respuesta a sus preguntas y por tanto… la mejor compañía.
Patricia
Lara P.
Llegue a su blog por accidente, buscando información sobre "Damasco" que publicó hace algunos años. Leí sus dos últimas entradas y me parecieron interesantes. Ahora la imagino leyendo su "libro de cabecera" y haciendo un gran esfuerzo por no llorar... quizás ya no encuentra consuelo en las pocas palabras que le quedan al libro, quizás ya no encuentra consuelo en los amigos, quizás ya no hay nada que nos pueda consolar... Perdón por la intromisión y el atrevimiento.
ResponderEliminarSaludos.
En realidad el consuelo me lo da el libro, no las palabras. La idea es darle vida para que alguien más lo valore como yo.
ResponderEliminarPero es una linda y real forma de entender la entrada.
Gracias por detenerse a leer y más por dejar su comentario.
Un abrazo.
En realidad el consuelo me lo da el libro, no las palabras. La idea es darle vida para que alguien más lo valore como yo.
ResponderEliminarPero es una linda y real forma de entender la entrada.
Gracias por detenerse a leer y más por dejar su comentario.
Un abrazo.