viernes, 15 de enero de 2016

Mi libro de cabecera



Mi libro de cabecera

He tenido en mi mesa de noche desde hace muchos años este libro.  Es aquel al que le pregunto cosas y el que me responde con la mayor sinceridad posible.  Él no me halaga, no me dice mentiras piadosas,  ni me consuela con el cariño propio de los años de amistad amontonados.
Lo tomo entre mis manos.  -Hace días que no lo acaricio,  que no conversamos-
Lo abro con cuidado; como siempre.  Le paso por el lomo y las hojas mis manos cariñosas, lo huelo, lo acerco a mi pecho y le pregunto… Entonces me doy cuenta que al libro le faltan unas letras.  No lo había  percibido antes; sino hasta este instante... O en este mismo momento  es que lo hago consciente.  Ahora que lo pienso, que lo razono me doy cuenta que antes le faltaban unas pocas y yo aún podía entender el significado de las palabras y comprender al releer  las frases.  Ahora, con el correr del tiempo, le faltan tantas letras, tantas palabras e incluso signos de puntuación que el libro se hizo inentendible.
Ha sido mi amigo siempre.  Ha respondido mis preguntas con sinceridad.  Me ha acompañado años y ahora… Seré su compañía constante.  Lo ayudaré gustosa a juntar las palabras a hacerlo comprensible de nuevo.  Para que en unos años.  Sea la compañía de alguien que como yo hace tiempo lo valore, lo abrace y encuentre entre sus hojas respuesta a sus preguntas y por tanto… la mejor compañía.

Patricia Lara P.

3 comentarios:

  1. Llegue a su blog por accidente, buscando información sobre "Damasco" que publicó hace algunos años. Leí sus dos últimas entradas y me parecieron interesantes. Ahora la imagino leyendo su "libro de cabecera" y haciendo un gran esfuerzo por no llorar... quizás ya no encuentra consuelo en las pocas palabras que le quedan al libro, quizás ya no encuentra consuelo en los amigos, quizás ya no hay nada que nos pueda consolar... Perdón por la intromisión y el atrevimiento.
    Saludos.

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  2. En realidad el consuelo me lo da el libro, no las palabras. La idea es darle vida para que alguien más lo valore como yo.
    Pero es una linda y real forma de entender la entrada.
    Gracias por detenerse a leer y más por dejar su comentario.
    Un abrazo.

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  3. En realidad el consuelo me lo da el libro, no las palabras. La idea es darle vida para que alguien más lo valore como yo.
    Pero es una linda y real forma de entender la entrada.
    Gracias por detenerse a leer y más por dejar su comentario.
    Un abrazo.

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