Voy al salón de
belleza a que me pongan bellas las manos. La manicurista es atenta y
conversadora.
Le pido que como
tengo dos uñas partidas me corte las otras más o menos al mismo nivel. A
ella se le va yendo la mano y las deja muy pero muy cortas, hasta me duelen los
dedos un poco. Ya luego y cuando empieza a maquillarlas me dice: “Usted
como que se come las uñas". Plop
Jajajajajajaja en ese momento no se
si reír o llorar jajajajaja.
Patricia Lara P.
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