Aquí va otro ensayo:
Los Trajes
Vestidos a tono y muy elegantes
los brujos varones lucen ya sus galas:
Franklin y Gabino con sombreros de ala,
Don Cefe y el Fraile con capa y con guantes
Patuja presenta un corpiño ajustado
que hace ver su busto de lo más pronunciado
y, al igual que Sandy, Elvia, Tessy y Gilda
se ha emperifollado esta sexy brujilda
con tacos de gamuza y labios muy pintados;
para completar el atuendo brujeril
se ajusta una capa de color añil.
Sandy, una brujita muy conservadora,
Combina, muy astuta, atuendo y escoba:
todo en negro sobrio y tonos de naranja
y bien perfumada con flor de lavanda.
Laurita, la bruja que canta en abril,
no trae su escoba, se viene en carroza
pues en minifalda de corto perfil
decidió vestirse para verse hermosa
Teresa, la bruja mayor (¡milenaria!)
decidió vestirse muy estrafalaria:
un vestido rojo, tacos amarillos,
para comenzar su atuendo “sencillo”
capa verde agua, con flores moradas
y sombrero fucsia (¡qué mal combinada!).
Viste, como siempre, todita de negro
la bruja Osirosa, siempre radical,
que no cambia el tono, ése es su misterio,
pues nunca permite el uso de colores
adornos brillantes, ¡mucho menos flores!
que cambien el tono de su traje, gorro y chal.
Y el festín, que no podía faltar...
bueno sería tener un ilustrador que diera forma a este negocio :D
El Convite
La mesa está bien dispuesta
con platos ricos y vistosos
que, aparte de sabrosos,
son sanos y no indigestan.
Dando sabor a la fiesta
tienen sapos en mojito,
y roles de dragón frito,
bocados de mapurite
le dan aroma al convite
con pie de clavel marchito.
De calabazas, la crema,
con ranitas gratinadas
acompañan la enchilada
que sirven para la cena.
La comida está tan buena,
que ya no hay quien más exija,
hay gomas de lagartijas
y dulce fresco de amaranto
cigarros de palo santo
y aguardiente en botija
También sirven pan de muerto
y dulces de calaveras
y como si poco esto fuera
también hay niños envueltos
un festín muy bien resuelto
donde no falta la caña:
vino, cerveza y ron bañan
las copas de los presentes
y todos gozan con deleite
del dulce de telarañas.
En el centro del salón
como adornando el recinto,
simulando dar un brinco,
han dispuesto de un lechón.
Es toda una sensación
porque el puerco está hechizado:
si lo picas por un lado,
enseguida se da vuelta
y con tal acto, a pata suelta,
ríen todos de buen grado."
B. Osiris B.
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